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Expectación MP3 - William Marrion Branham

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61-0205m

Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Ahora, nos damos cuenta que ese hijo nunca llegó hasta después de veinticinco años. Pero en lugar de debilitarse porque nunca ocurrió en el primer mes, él se fortaleció todo el tiempo, porque sus expectaciones eran más grandes. Si Sara era un mes más anciana, eso sería un mes más grande en las expectaciones, porque Dios cumple Su Palabra. Sería más mejor para ella el tener el hijo a la edad de cien años, que sería a la edad de los sesenta años de edad. ¿Ven lo que quiero decir? Era un milagro más grande cada vez. Y él nunca se debilitó, sino que se fortaleció todo el tiempo.

Ahora, nosotros somos los hijos de Abraham. La Biblia lo dijo. Nosotros, estando muertos en Cristo, participamos de la simiente de Abraham, y somos herederos de acuerdo a la promesa. Somos herederos de la promesa con Abraham, porque a Abraham se le fue dada la promesa. Y ahora, si somos Sus herederos con Abraham, entonces somos los hijos de Abraham. Y la misma fe que Abraham tuvo, nosotros la tenemos, que cuando Dios hace una promesa, sabemos que va a suceder. No puede hacer algo más. ¿Pudieran Uds. imaginarse a Abraham saliendo...? Digamos que lo hizo, él y Sara. El era de setenta y cinco y ella de sesenta y cinco. Eso es como quince, veinte años pasada la menopausia. Y ella era su media hermana. El estaba viviendo con ella desde que ella se había casado con él, probablemente dieciséis o diecisiete años de edad, y sin hijos. Y Dios le apareció a él y le dijo que ella iba a tener un bebé. Ahora, Abraham esperó que eso sucediera, porque Dios así lo dijo.

Yo puedo imaginarme...¿Pudieran Uds. imaginarse a un anciano de setenta años de edad y a una mujer de sesenta y cinco, ir a ver al doctor para hacer arreglos con el hospital para tener el bebé? ¿Qué le diría la gente a ellos? ¿Qué diría el doctor? “El anciano está...algo está mal mentalmente. Hay algo mal en ese anciano”. Bueno, cada hombre o mujer que toma a Dios por fe, y acepta Sus promesas, es considerado por este mundo como una clase de loco o fanático, porque las cosas de este mundo son tan necias para Dios. Lo que el hombre llama grande, Dios lo llama necedad. Ahora, pero Abraham lo creyó. Ahora, los primeros veintiocho días después...(ella estando como quince, veinte años pasada la menopausia), “¿cómo te sientes, cariño?” “No hay ninguna diferencia”. “Bueno, alabado sea Dios, vamos a tener al bebé de todas maneras”. Había tanta expectación, tal vez Sara había tejido unas botitas, y una cobijita, y...¿Por qué? Ella estaba en expectación que algo sucediera. Esa es la razón por la cual sucedió. Pasó años tras año, y Abraham se fortaleció más y más, dando gloria a Dios. Y finalmente, sucedió, porque él esperaba que sucediera. Después de que ella tenía noventa años de edad, mejor dicho, que él tenía noventa. “¿Qué piensas al respecto ahora, Abraham? ¿Estás para desistir?” “No, señor, vamos a tener el bebé de todas maneras. Tenemos la ropa guardada, y tenemos todo listo”. “¿Por cuánto tiempo la has tenido?” “Por veinticinco años, pero Dios enviará el bebé de todas maneras”.

Me gusta eso. ¿Ven?, es positivo. Dios lo dijo así, y eso lo da por terminado. Cuando Dios hace una decisión, El tiene que hacerla Eterna. Ahora, yo puedo hacer una decisión, y cinco minutos después, tengo que regresar y hacer otra, porque yo estaba equivocado en áquella. Uds. pueden también, porque somos finitos. Pero Dios, siendo infinito, no puede hacer un error. El es el Dios infalible, omnipotente, omnipresente, e infinito. Amén. Cuando El hace Su decisión, queda establecida para siempre. El no puede retroceder y decir: “Yo estaba errado”. El no puede hacerlo

Y si Dios hizo una decisión en el principio que en fe, si nosotros creemos Su Palabra, El hará que cada promesa venga a suceder, entonces Dios todavía es el Dios infinito para Sus promesas. No puede fallar. Tiene que ser de esa manera. Es positivo. Ud. tiene que llegar a esa posición, si Ud. toma Su Palabra, creerla.

Ahora, si El hubiera dicho...Bueno, como las iglesias dicen que, no...algunos ministros dicen que los días de los milagros han pasado, Dios no sana a los enfermos ya más. Si Dios fue llamado a la escena para un hombre enfermo y lo sanó en base a su fe, si otro hombre enfermo viene a El, El tiene que hacer la misma cosa, o El actuó mal cuando El sanó al primer hombre.

Si El da a uno el Espíritu Santo que le obedeció, en la Biblia, exactamente como El prometió allí en Hechos...El dijo: “La promesa es para vosotros y para vuestros hijos, para aquellos que están lejos, y para cuantos el Señor nuestro Dios llamaré”. Si un hombre llena esos requerimientos, Dios está obligado por Su Palabra a llenarlo con el Espíritu Santo. Porque si El no lo hizo, entonces El cometió un error. Y si Dios cometió un error, El es un hombre y no un, y no Dios, entonces El es finito, así como nosotros somos. Así que ¿ven Uds.?, como hijos de Abraham tomamos la promesa de Dios y nos agarramos de ella. No importa lo que suceda, nos agarramos de allí, sin titubear, porque Dios lo dijo así y eso lo da por terminado.

Ahora, Ud. no puede fanfarronearlo; Ud. tiene que tenerlo. Ud. no puede nada más fanfarronearlo. Eso no fanfarroneará. Satanás no es un...El sabe si Ud. está fanfarroneando o no. Pero cuando Ud. no está fanfarroneando, él también lo sabe. Cuando algo se ancla en lo profundo de su corazón que Ud. sabe que es así, entonces algo va a suceder. Abraham creyó eso. El creyó a Dios. El tomó a Dios en Su Palabra. Y bajo expectaciones, él esperó veinticinco años con esa expectación haciéndose más grande y más grande. Y finalmente el bebé nació, porque él estaba esperándolo.

El mismo se separó. Y si Uds. se fijan por lo que él esperó...Dios le dijo que se separara de toda su parentela, y Dios nunca más lo bendijo, hasta que él le obedeció completamente. Mientras que su padre estaba con él, bueno, el anciano causaba problemas. Y luego él se metió con Lot, y entonces Lot causó problemas. Y todo...hasta que él mismo se separó y se apartó de toda incredulidad, se la sacudió. Entonces Dios descendió y habló con él, y algo sucedió. Y cuando nosotros nos deshagamos de todos los espíritus de incredulidad y solamente tomemos a Dios en Su Palabra...“A mí no me interesa lo que Fulano y Zutano o Fulano y Mengano dijo, Dios ha hecho la promesa. Yo me paro allí mismo”. Entonces Dios responderá.

Pero recuerde, El lo bendijo y El lo guardó, y demás, o lo sustentó, y lo guió de lugar a lugar; pero El nunca lo bendijo completamente y le dio la promesa, hasta que él mismo se separó completamente de toda cosita del mundo. Permitió a su sobrino ir a Sodoma si él quería, y el resto de ellos, Fulano y Zutano. Su padre murió. Y entonces Dios le dijo: “Levántate y mira a la tierra. Yo te la doy toda a ti. Mira al este, al norte, al oeste y al sur”. Yo pienso que esta es la manera, si una iglesia, un pueblo, alguna vez llega a un lugar en donde ellos mismos completamente se separan de las cosas del mundo, entonces Uds. pueden mirar cada promesa en la Biblia. Todas son de Uds.

Es como una gran galería. Por un Espíritu somos bautizados en una galería. Alguna gente sólo entra en la galería por el Espíritu Santo para decir: “Bueno, gracias al Señor, yo entré. Gracias al Señor, estoy aquí”.

Eso no es. Para mí...¿Qué le dijo Dios a Abraham? “Levántate y mira a lo largo de la tierra. Toda te pertenece a ti”. Esa es la manera, cuando yo vine a Cristo, yo quise mirar alrededor. No solamente saber que El me salvó, sino ¿qué más tengo yo allí adentro? Si alguien me da una galería grande y yo entro en ella, me gustaría examinar la cosa, ver lo que yo tengo. Eso es el problema con los Cristianos hoy. Ellos fallan en examinar las promesas de Dios y ver que ellas son, “para el que quiera, que venga”. Si está un poquito alto, yo consigo una escalera y me subo en ella, miro en los estantes y veo lo que a mí me pertenece.

Uds. Cristianos algunas veces no examinan y se dan cuenta qué les pertenece a Uds. La sanidad es de Uds., la salvación es de Uds., el gozo es de Uds., la paz...cada promesa en la Biblia es de Uds. Cuando un hombre es lleno con el Espíritu Santo, Dios le da a él una chequera con el Nombre de Jesús escrito en la parte de abajo de ella. ¡Envíelo! No tenga temor de escribirlo. ¡Envíelo!, y El enviará Sus bendiciones abundantes sobre Ud. de lo que El prometió.


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