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 La Creencia De María MP3 - William Marrion Branham

60-0311

Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Todos los poderes en los cielos y en la tierra son dados en Sus manos, y El dijo: “Id y predicad el Evangelio. Estas señales seguirán a los que creen”. Y noche tras noche El nos ha mostrado aquí, que El era el mismo Dios que descendió y El mismo se creó un cuerpo, y le habló a Abraham, e hizo una señal, de saber que él tenía una esposa, y que su nombre era Sara, y supo que ella se rió en la tienda detrás de El. Y ese cuerpo no era nada mas que tierra, polvo, y luz cósmica, y petróleo. Regresó de nuevo al polvo de donde provino cuando El terminó con él. De igual manera nuestros cuerpos regresarán directamente al polvo otra vez. No hay nada en nosotros, Señor, pero ese gran Espíritu Santo pudo mirar abajo para manifestarse El mismo, y para confirmar Su Palabra con nosotros, para probar que El es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.

Viendo que eso sucedió, entonces, Señor, estamos trayendo a los enfermos en esta noche a esta plataforma para poner manos sobre ellos y pronunciar Tu bendición. Si nosotros pusiéramos manos sobre algo que Tú has maldecido, Dios, detén Tu bendición. Pero si todos se han arrepentido de sus pecados, y ellos están listos para recibirte a Ti, yo pido que Tú sanes a toda persona que está en la Presencia Divina en esta noche. Concédelo, Señor. Estos que levantaron sus manos hace unos cuantos momentos, Señor, que mientras la reunión está en proceso en esta noche, que ellos reciban el poder del Espíritu Santo. Que El mate tanto la conciencia de ellos ligada a la tierra, a tal grado que ellos piensen en El, canten tocante a El, hablen tocante a El, hasta que El les aparezca a ellos, Señor, y los cambie. Concédelo. Lo encomendamos todo a Ti ahora, esperando que Tu gran mano haga estas cosas que Tu Palabra ha prometido y que hemos pedido. En el Nombre del Señor Jesús, rogamos. Amén.

¿Lo aman Uds.? Oh, ese maravilloso Jesús, ese Hijo de Dios que... descendió, y El mismo se hizo hombre para que El pudiera capturar la muerte. Capturó el aguijón de muerte en Su propia carne y lo sacó, para que el aguijón de la muerte nunca nos hiriera; estamos libres de él. Cantemos nuestra buena y antigua alabanza: “Yo le amo”. Muy bien, hijo, empecemos. Ahora, todos canten mientras lo adoramos a El; el mensaje terminó, nos estamos preparando para llamar la fila de oración. Cantemos ahora. Yo le amo, yo le amo, Porque El a mí me amó; Y me compró mi salvación, Allá en la cruz. Inclinemos nuestros rostros muy dulcemente ahora, y cerremos nuestros ojos, y levantemos nuestras manos, si realmente queremos adorarlo a El. Cantémosla quedamente ahora. Yo le amo, yo le amo, Porque El a mí me amó; Y me compró mi salvación, Allá en la cruz. Todos juntos ahora, en la Oración del Señor: Padre nuestro que estás en los Cielos, santificado sea Tu Nombre. Venga Tu Reino. Hágase Tu voluntad, como en el Cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el Reino, el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Jesús dijo: “Cuando estéis orando eso, si tenéis algo en vuestro corazón, perdonad a todo hombre de vuestro corazón sus ofensas. Porque si vosotros no perdonáis de vuestro corazón toda ofensa que el hombre ha hecho en contra de vosotros, tampoco vuestro Padre Celestial perdonará vuestras ofensas”. [El Hermano Branham parafrasea Mr. 11:25-26–Trad.]. Así que para pasar por esta fila, estén libres de pecado. Confiesen sus faltas uno al otro; oren uno por el otro, para que puedan ser sanados. Yo voy a pedirle a nuestro hermano ahora, mientras llamo la fila de oración... Ahora, yo sólo quiero llamarlos uno por uno, para que Uds. no hagan de esto una condición desordenada. Y, ¿cuántos hay aquí que tienen una tarjeta de oración?, levanten sus manos.

[Porción no grabada en la cinta–Ed.]... acababan de venir del otro lado del mar. Y El desembarcó en otra región, y una mujercita vino, sin ningún prestigio, sin nadie que la trajera. Por muchos años ella había tenido un flujo, un flujo de sangre, y ninguno de los doctores podían curarla. Quizás ella había vendido todo lo que tenía para pagar a los médicos, y ellos se habían empeñado mucho, pero habían fallado. Pero ella creía que si podía tocar Su manto, ella sanaría. Y ella se abrió paso entre la multitud, y tocó Su manto. Ahora, el vestido palestino tiene un vestido interior y un manto que cuelga suelto. Y ella tocó el borde; eso probablemente estaría así de lejos de El, moviéndose suelto. Y ella tocó el borde con su dedo, se regresó abriéndose paso por la multitud, y se sentó, o se paró, o lo que ella haya hecho. Jesús se detuvo y dijo: “¿Quién me tocó?” Sólo piensen en eso ahora. Ahora recuerden: estamos hablando tocante a Jesús. Todo en las filas de oración, en mi opinión, tiene que ser Escritural, tiene que estar en la Biblia, tiene que ser lo que El era, lo que El hizo, únicamente lo que El hizo. Entonces El es en el que estamos esperando hoy. El es el que prometió estar aquí, el mismo ayer, hoy, y por los siglos.

¿Hay algunos desconocidos aquí que nunca antes han estado en una de las reuniones? No, me imagino que... Una mujer; dos, veo a dos personas. Muy bien. Así que la mujer lo tocó a El, se regresó y se sentó. Y ella sentada allí, y Jesús dijo: “¿Quién me tocó?” Y Pedro vino, y literalmente lo reprendió, dice la Biblia. Bueno, yo me imagino que los apóstoles dijeron algo como esto: “¿A qué Te refieres al decir una cosa como ésa? Bueno, aquí hay quinientas personas, y cada una de ellas te está tocando”. Jesús dijo: “Pero me puse débil; virtud salió de Mí”. Y El miró alrededor en la audiencia, y El encontró a la mujer. Y El le dijo a ella que su flujo de sangre se había detenido, porque su fe la había sanado. ¿Es correcto eso? Ahora, ¿cuántos de Uds. ministros y lectores de la Biblia saben que la Biblia, el Nuevo Testamento, dice: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos”? ¿Cuántos saben que la Biblia dice que El está en estos momentos a la Diestra de Dios en majestad en lo Alto, Su Cuerpo literal sentado allí, un Sumo Sacerdote, haciendo intercesiones sobre nuestras confesiones, y El puede compadecerse de nuestras debilidades? La Biblia lo dice así.

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