Apartando las llamas de fuego

61-0213
Y Tu Simiente Poseerá La Puerta De Sus Enemigos

Y cuando estaban para dar el último paso, puedo verlo a Él ponerse de pie. Su manto sacerdotal colgando a Su alrededor donde Él se sienta en esta noche, ensangrentado, intercediendo en base a nuestra confesión, porque Él murió para traer a cumplimiento cualquier cosa que nosotros pidamos. ¿Dónde está nuestra fe en Él? Él se levanta, hace un gesto en esa dirección, y aquí viene una gran nube blanca a Su lado. Sube a ella, llama al viento del este, al viento del norte, al viento del sur y al viento del oeste, para conducirlos como a caballos. Extiende Su mano y echa mano de un relámpago zigzagueante y lo hace tronar por los cielos. Antes de que ellos pudieran entrar allí, Él estaba en el horno ardiente con ellos. Él se paró allí con un gran abanico de palmera de algún lugar por allí junto al Árbol de la Vida, abanicando esas llamas ardientes de ellos. Dijo: “Yo solo quiero conversar con Uds. hijos. Sé que Uds. son la simiente de Abraham. Yo di la promesa y estoy aquí para darle cumplimiento”, apartando las llamas de fuego. ¡Oh, sí! Abrieron el lugar. Dijo: “¿Cuántos metieron Uds. allí?”. Dijeron: “Tres”. Él dijo: “Hay uno más allí, y Él es semejante al Hijo de Dios”. Era Él. ¿Por qué? Ellos—después de ser probados, ellos poseyeron la puerta del enemigo. Amén.

Pan diario Salmos 46:1
...Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

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