Donde no habrá más enfermedad ni muerte

65-0217
Un Hombre Huyendo De La Presencia Del Señor

Y en esta poesía, observen cómo se cumplió. Sentado allí, un niño con una hoja de papel prestada, yo dije: Nostalgia, oh, yo siento nostalgia por ese suroeste lejano, Donde las sombras caen más profundamente al pasar la cima de la montaña. Veo en la extensa neblina púrpura un coyote al acecho; Puedo oír el aullido del lobo donde las reses de cuernos largos pastan. Y arriba en algún cañón puedo oír el gemir de un puma, En esas lejanas Montañas Catalina en el límite de Arizona. Cuarenta años después, estaba allí en ese cañón, ese puma mirándome en el rostro. ¡Oh, Dios, hay una Tierra más allá del río en alguna parte, amigos! Simplemente… Tiene que estar allí. ¿Ven? Se—se habla demasiado de ella. Todas estas cosas no son solo mitos; son... Ellas son reales; son realidades. Me da tanto gusto estar aquí esta noche, estar con estas personas con las que espero vivir Allá para siempre, donde no habrá más enfermedad ni muerte ni separaciones. Y viajar no significará nada para nosotros allá.

Pan diario Apocalipsis 21:4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

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