La Obra Maestra El Ser perfecto

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La Obra Maestra

Todos los profetas tuvieron defectos. Cada uno fue una porción. Pero aquí al final, viniendo a través de todo aquello, finalmente viene la Obra Maestra, el Ser perfecto, sin ningún defecto en Él, tan perfecto, siendo un reflejo del propio Constructor. Su propia imagen fue reflejada en Su Obra. Dios y Cristo eran Uno, en tanto que Él puso Su propio Espíritu en Él; y entonces aun la imagen y el Constructor se convirtieron en Uno. Dios y Su obra de escultura, Su Obra Maestra... Donde Moisés—Moisés, en la obra de San Ángel, o más bien Miguel Ángel, aquella fue una obra de escultura que estaba muerta, porque había sido hecha de piedra. Pero aquí, el Maestro Constructor, cuando Él perfeccionó Su Obra, Él entró en Ella.

Pan diario Colosenses 2:9
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

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