Don Cerdo, pecador por naturaleza

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El Llamamiento De Abraham

Pudieran imaginarse salir aquí y decirle a un cerdo: “Oiga, mire aquí Don Cerdo, déjeme decirle que Ud. está mal”. Oh, Ud. pudiera bañarlo bien y colocarle un traje de etiqueta, si quisiera hacerlo. Eso no serviría de mucho; él volvería directo al lodazal a revolcarse de nuevo. Es su naturaleza. Es un cerdo para comenzar. Y todo hombre, toda persona no regenerada, no importa cuán bueno Ud. trate de ser, cuán bueno piense Ud. que es, Ud. es un pecador por naturaleza, hasta que Dios cambie su naturaleza. Amén.

Ahora, eso es correcto. No nos gusta decir eso. “¡Oh!”, dice Ud.: “Yo visto la mejor ropa del vecindario. Tengo el mejor carro. Tengo el mejor…” Eso no tiene nada que ver en el asunto. Si la naturaleza no ha sido… “Yo jamás miento. Yo nunca…” Eso todavía no tiene nada que ver en el asunto. No son sus propios méritos, sino la elección incondicional y llamamiento de Dios. Y la salvación es mérito de Jesucristo y no es nada que algún individuo pudiera hacer. Dios, por Su amor, salvó al hombre.

Pan diario 1 Corintios 15:10
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy;

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