53-0325
Israel Y La Iglesia 1
Ud. dice: “Pues, gloria a Dios, yo fui salvo porque dejé de beber. Gloria a Dios, sentí un escalofrío en la espalda; sentí un viento recio en la cara. ¿Cree Ud. en eso, Hermano Branham?”. Seguro. Pero primero yo quiero ver de dónde vino ese viento recio. ¿Ven? Correcto. Es verdad. Ese escalofrío está bien, pero yo no soy salvo porque sentí un escalofrío y no porque haya sentido un viento recio. “¿Ud. no cree en eso, hermano"? Sí, creo. Pero espere un momento, retrocedamos aquí un poquito. El diablo tiene algunas falsificaciones por allí. Yo soy salvo porque cuadré con las condiciones de Dios. Él me llamó, y yo supe que Él me llamó. Yo lo recibí a Él por Su Palabra, por eso es que yo puedo decirle a Satanás: “¡ASÍ DICE EL SEÑOR!”.
Cuando Jesús estuvo aquí sobre la tierra, Él fue Dios, fue Emanuel. Dios estaba en Cristo reconciliando Consigo al mundo. Él jamás usó Sus grandes dones cuando enfrentó a Satanás. Él dijo: “Escrito está: ‘No solo de pan vivirá el hombre’ escrito está: ‘No tentarás al Señor tu Dios’”. Y Él lo derrotó. Eso es, conozca la Escritura. Satanás también la conoce, pero Ud. tiene que saber discernir correctamente la Palabra de Dios. ¿Ven?
Pan diario Efesios 2:8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
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