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Una Paradoja
Es extraño que Él escogiera a un montón de gente ignorante, y las enviara allá arriba con una comisión a Pentecostés—no a que fueran a algún seminario, sino a que esperaran hasta que fueran investidos de poder de lo alto. Si ese hombre Pedro y Juan y los demás, hubieran querido predicar y siendo ignorantes y sin educación, pareciera como que Él les hubiera dicho: “Muchachos, hay un colegio muy bueno por aquí. Vayan hasta que aprendan el abecedario. Entonces, después de eso, tomen gramática escolar. Pasen todo eso. Luego, tomen cuatro años de secundaria y después cuatro años de Universidad, y luego como cuatro o cinco años de Escuela Bíblica. Entonces pueden salir”.
Pero Él dijo: “Esperen en la ciudad de Jerusalén, porque voy a enviar la promesa del Padre sobre vosotros. Y entonces Me seréis testigos (Lucas 24:49), Mis testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra”. Ese aún es Su requisito.
Pan diario Lucas 24:49
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
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