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Conferencia
Un hombre dijo no hace mucho, dijo: “Yo—yo no quiero molestar a Dios. Sabe, yo—yo sé que Él está bastante ocupado”. Tonterías. “Yo—yo no quiero…” Pues, Ud. no puede agotar sus abundantes bendiciones. ¿Se pudieran imaginar a un pececito como de media pulgada de largo, afuera en medio del Océano Pacifico decir: “Más vale que no beba mucha de esta agua, porque se me podría agotar”? Se pueden imaginar un ratoncito como de este tamaño debajo de los grandes graneros de Egipto, diciendo: “Más vale que coma, me racione para este invierno a solo dos granos al día. Se me pudiera acabar antes de la nueva cosecha”. Eso es ridículo. Bueno, eso es el doble de ridículo, mil veces más, pensar que Ud. puede agotar las misericordias de un Dios misericordioso. Pues, Él se está esforzando por entrar a Ud. “Pedid en abundancia para que vuestros gozos sean cumplidos”. No hay manera de agotarlo a Él.
Como una bomba de agua, entre más bombea Ud., más fresca sale. ¡Oh, y eso me gusta! Solo siga bombeando, viviendo a la boca de donde está saliendo la gloria. Eso me encanta.
Pan diario Salmo 23:5
...mi copa está rebosando.
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