Iglesia levantate y sacudete debemos desesperarnos o pereceremos

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Desperaciones

Y noten, ella no fue egoísta. Cuando Dios la oyó, y dio respuesta a su oración y le dio el hijo, ella se lo devolvió a Dios. Y por cuanto ella estaba dispuesta a no ser egoísta después que Dios había respondido a su oración, Él le dio un profeta. ¡Oh, esa fue una bendición adicional! ¡Oh, Él sencillamente está lleno de ellas, de esas cositas adicionales que Él da! No sólo un hijo, sino un profeta. Y no habían tenido visión manifiesta por muchos, muchos años en Israel. Samuel, el primer profeta en muchos, muchos años, por una madre que desesperó; porque no podía tener hijos y había pasado ya la edad de concebir, quizás tenía sesenta o setenta años. Y oró en desesperación, ¡ella tenía que tener este hijo! ¿Qué fue? Dios le había hablado, no cabe duda.
Y Ud. no podrá desesperarse hasta que Dios le hable. ¡Oh, Iglesia, levántate y sacúdete! ¡Pellízcate la conciencia, despiértate en esta hora! ¡Debemos desesperarnos o perecemos! ¡Hay algo que viene de parte del Señor! Yo lo conozco como ASÍ DICE EL SEÑOR. Algo está en camino y más vale que desesperemos. Es asunto de vida o muerte. Pasará en medio nuestro y no lo veremos.

Pan diario 1 Pedro 4:17
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

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