Mensaje de la Hora

William Marrion Branham Profeta y Mensajero

Pan Diario - Pan de Vida

Secciones Branham

Mensajes William Branham Mp3

Mensajes PDF William Branham

Pregunta del Día William Branham

Noticias

Demonología Reino Religioso PDF

Demonología Reino Religioso PDF - William Marrion Branham

53-0609A
81     Abraham fue el principio de nuestra fe. ¿Es correcto eso? Oh, Abraham tenía la promesa. Y Dios llamó a Abraham porque él era un gran hombre, me imagino yo. No, señor. El salió de Babilonia, en la–en la tierra de Caldea, en la ciudad de Ur, y Dios lo llamó e hizo Su pacto con él, incondicionalmente. “Yo voy a salvarte. Y no solamente a ti, Abraham, pero a tu Simiente”, ¡incondicionalmente!

 82     Dios hizo un pacto con el hombre, y el hombre rompe su pacto cada vez. El hombre nunca guardó su pacto con Dios. La ley nunca fue guardada. No pudieron guardar la ley. Cristo vino y El mismo rompió la ley. Porque, gracia ya había provisto un Salvador, y luego Moisés proveyó un camino de escape, un escape, mejor dicho, y luego el pueblo, después de eso, todavía quisieron algo que hacer. El hombre siempre está tratando de hacer algo para salvarse él mismo, cuando uno no lo puede hacer. Es su naturaleza. Tan pronto como se dio cuenta que él estaba desnudo en el huerto del Edén, él hizo unos delantales de hoja de higuera. ¿Es correcto eso? Pero él se dio cuenta que no funcionarían. Nada de lo que el hombre pueda hacer, puede salvarlos a Uds. Dios los salva a Uds. incondicionalmente, a través de la edad. Y entonces cuando Uds. son salvos, Uds. son salvos.
 83     Miren a Abraham. Allí estaba ese hombre, él fue allá, y Dios le dio la tierra de Palestina y le dijo que no se fuera de allí. Cualquier Judío que se salía de Palestina era un descarriado. Dios le dijo a él que se quedara allí. Si Dios les dice a Uds. que hagan alguna cosa, y no lo hacen, entonces Uds. son unos descarriados. ¿Es correcto eso? Muy bien, vino una sequía, para probar la fe de Abraham. Y en vez de Abraham quedarse allí, no, él no pudo quedarse allí, él corrió, y se llevó a Sara y se fue como a trescientas millas [cuatrocientos ochenta y dos kilómetros y medio.–Trad.] (quisiera tener el tiempo para entrar en eso) hacia otra tierra.

Dios en Nosotros

«
Next
Entrada más reciente
»
Previous
Entrada antigua

No hay comentarios:

Dejanos un comentario




Top